Enfermedades zoonósicas: 3 cosas que debes saber

La salud y el bienestar de las personas, de los animales y del medioambiente están interconectados. Si los animales están bien, las personas también lo estarán. Hay un vínculo profundo de conexión e interdependencia por el que salvaguardar la salud de uno es salvaguardar la salud de todos. Este concepto es lo que se conoce como “Una Sola Salud”.

Es probable que, para muchas personas, la palabra “zoonosis” no sea un término familiar.  Sin embargo, algunas de las enfermedades más importantes de la historia reciente son zoonósicas: por poner un ejemplo, el VIH se originó en primates1. Otro claro ejemplo es el SARS-Cov-2, cuya hipótesis más factible por el momento (aunque aún no se ha esclarecido totalmente) es que se transmitió desde murciélagos a humanos, aunque ciertamente posteriormente los humanos se lo pasaron a otros animales como los gatos. Otras enfermedades zoonósicas han formado parte de la historia de la humanidad desde la antigüedad. Y es que los primeros casos de rabia tienen casi 4.000 años.

A lo largo de milenios, los animales y las personas han construido un vínculo muy especial. Interactuamos con ellos en nuestra vida diaria y nuestra salud está interconectada. Por eso, es importante saber más sobre las zoonosis y qué medidas podemos tomar todos para actuar frente a su propagación.

1. ¿Qué es una enfermedad zoonósica?

Una enfermedad zoonósica, también conocida como zoonosis, es una enfermedad que puede transmitirse desde los animales a las personas, y viceversa. Los patógenos pueden ser virus, bacterias, parásitos e incluso hongos.

Algunas de estas enfermedades son leves, otras graves e incluso letales, como la rabia.

Boehringer Animal Care Horse Human Horse Bonding

2. ¿Cómo se transmiten las zoonosis?

Hay cuatro formas principales mediante las que se pueden propagar las zoonosis. 

La más común es por contacto directo, es decir, contacto táctil, mordeduras o rasguños, a través de saliva, la sangre e incluso la orina de un animal infectado. La infección indirecta también es posible por contacto con espacios contaminados o con el hábitat natural de los animales infectados. En este caso hablamos de tanques de acuario, el lugar favorito de un animal de compañía, granjas, establos, etc. Además, los alimentos y el agua que consumimos pueden ser vías potenciales de infección de una zoonosis. La última vía puede ser por contacto o picadura de un vector artrópodo (pulga, garrapata, mosquito, flebotomo) que transmite patógenos entre los animales y las personas (Ej. leishmaniosis). 

La globalización significa que las enfermedades zoonósicas se propagan más rápidamente y causan mayores daños. Las regiones más vulnerables al efecto de las zoonosis son Asia y África debido a la falta de acceso a la atención médica en algunas regiones.

Boehringer Animal Care Dog Walking the Dog

3. ¿Cómo podemos prevenir y controlar la transmisión de las enfermedades zoonósicas?

No existe una solución perfecta para eliminarlas. En el caso de la rabia y otras enfermedades infecciosas (Ej. leptospirosis), la vacunación es la solución más eficaz. Las vacunas no solo protegen a las personas y a los animales, sino que también detienen la transmisión de las enfermedades, lo que permite controlarlas. Es el caso de la rabia, que se puede prevenir al 100% con la vacunación. 

El uso responsable de antibióticos en personas y animales también es importante para ayudar a preservar la eficacia de los antibióticos, tanto para seres humanos como para animales.

Además, la formación, la concienciación y la difusión de información pueden marcar la diferencia. Especialmente a edades tempranas, todos deberíamos ser conscientes de las medidas y acciones de seguridad que podemos tomar cada día.

Los propietarios de mascotas deben comprobar periódicamente si sus animales tienen garrapatas, picaduras o muestran algún comportamiento poco común. ¡Importante! Hasta los animales que parecen sanos pueden tener un virus, bacteria o parásito en su organismo. Además, es importante proteger a las mascotas contra los parásitos internos y externos según las indicaciones del veterinario. Por ejemplo, hay parásitos internos como los gusanos intestinales que afectan a las mascotas y luego pueden pasar a las personas.

Más allá de esto, no se debe tocar a los animales callejeros ni a los animales salvajes al aire libre para evitar mordeduras y arañazos. Si un animal salvaje no muestra signos de miedo o timidez, hay que estar especialmente alerta.

Si tomamos las medidas correctas, no solo estaremos disminuyendo nuestro propio riesgo de exposición (y el de nuestros seres queridos), sino que también contribuiremos a prevenir la propagación de las enfermedades zoonósicas a nivel global.


Para más información, se recomienda consultar al médico o veterinario de confianza.

Fuentes

1 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3234451/#:~:text=Both%20HIVs%20are%20the%20result,to%20only%20a%20limited%20extent (last accessed April 19, 2023)