Nuestra curiosidad nunca se detiene
Dr. Cornelia Dorner-Ciossek
El futuro ha llegado y está cambiando la forma de investigar el cerebro
Nuestra caja de herramientas se amplía con las nuevas posibilidades que aportan las tecnologías digitales. Los avances tecnológicos han permitido que los teléfonos inteligentes y los dispositivos portátiles sean habituales y muy sofisticados. Los investigadores están explorando cómo podemos utilizar esta tecnología tanto para diagnosticar enfermedades mentales como para ayudar a las personas a gestionar su enfermedad. Esto incluye el seguimiento pasivo de los síntomas y el apoyo activo a los pacientes, lo que permite a la tecnología ofrecer un beneficio terapéutico propio. Desde el punto de vista del investigador, la fenotipificación digital nos permitirá cerrar aún más la brecha entre la investigación preclínica sobre los circuitos cerebrales y el comportamiento correspondiente a la evaluación de la fisiología humana, el comportamiento y los autoinformes. ¡Y esto es sólo el principio de la evolución de la neurociencia!
Análisis de voz, tecnología vestible y seguimiento por GPS
Un área de especial atención dentro de la neuroinvestigación es el análisis de la voz y el habla. Los investigadores están analizando si los cambios en la voz pueden ayudarnos a entender si alguien puede desarrollar esquizofrenia, depresión o psicosis. Por ejemplo, la fluidez del habla y la articulación, las dificultades para encontrar la palabra correcta, la sintaxis de las frases... todos estos parámetros y muchos más pueden analizarse con sofisticados algoritmos y podrían permitirnos detectar el empeoramiento de la enfermedad mucho antes que las pruebas estándar.
En la neuroinvestigación, los wearables ofrecen otra herramienta a los investigadores que utilizan la tecnología para recopilar datos biométricos, como los patrones de sueño, que pueden proporcionar una imagen más detallada del estilo de vida y la salud general del participante. Del mismo modo, el seguimiento por GPS puede utilizarse para rastrear la movilidad de las personas, o la falta de actividad, que puede ser un indicador de depresión.
La tecnología hace avanzar la neuroinvestigación
Lo vemos con el trabajo del Prof. Dr. Jukka-Pekka Onnela de la Universidad de Harvard, que está ayudando a allanar el camino en el uso de la tecnología digital para la neuroinvestigación con la plataforma de investigación Beiwe. En una clínica de salud mental de Boston en 2018, se realizó un estudio piloto. En el estudio, se pidió a 17 pacientes con esquizofrenia en estado activo que utilizaran la app Beiwe en sus smartphones durante un máximo de tres meses. A continuación, los investigadores analizaron los cambios en los patrones de movilidad y el comportamiento social recogidos a través de los smartphones y pudieron identificar anomalías estadísticamente significativas en el comportamiento de los pacientes en los días previos a la recaída.1 Este es un poderoso ejemplo de cómo la tecnología digital está abriendo nuevas vías de exploración en nuestra búsqueda de formas más eficaces de diagnosticar y tratar a las personas que viven con enfermedades mentales.
Hablando sobre el tema, el Dr. Onnela declaró "En el futuro me gustaría que el laboratorio psiquiátrico fuera cada vez menos un laboratorio y un espacio físico real, pero hacia lo que me gustaría avanzar personalmente es hacia una situación en la que la fenotipificación y las intervenciones se realicen cada vez más fuera del laboratorio y creo que los smartphones nos ofrecen una oportunidad razonable para hacerlo".”2
Boehringer Ingelheim utiliza la tecnología para lograr mejores resultados en los pacientes
En Boehringer Ingelheim, una de nuestras áreas de investigación se centra en explorar formas de combinar las tecnologías digitales con medicamentos innovadores para lograr mejores resultados para las personas que viven con enfermedades mentales, al tiempo que se prioriza la salud y la privacidad del paciente.
- En primer lugar, los datos. Los complejos conjuntos de datos de los pacientes, incluidos el comportamiento y las actitudes, pueden analizarse electrónicamente para ayudarnos a comprender mejor los síntomas de las enfermedades mentales.
- En segundo lugar, la inteligencia artificial. Trabajamos con tecnologías que permiten a las máquinas comprender, analizar y aprender, lo que se traduce en una toma de decisiones mucho más rápida y precisa en todo el recorrido del paciente.
- En tercer lugar, los dispositivos inteligentes. Estamos utilizando sensores para medir los datos fisiológicos y de comportamiento de las personas en tiempo real, emparejados con sus dispositivos inteligentes.
Notas a pie de página
2. Jukka-Pekka Onnela (Harvard) habla en la Cumbre de Tecnología en Psiquiatría 2017. https://www.youtube.com/watch?v=AjCrvCac9jE. Último acceso: mayo de 2020