Sobre el uso racional de los antibióticos
Los antibióticos son necesarios para la salud humana y el bienestar animal y, por tanto, deben usarse siempre que sea preciso, pero la mejor manera de reducir su utilización es previniendo la aparición de infecciones bacterianas. En este objetivo, debe entenderse la prevención como un conjunto de medidas que tienen que ser implementadas de forma complementaria, y no aislada.
Aunque, en general, se ha realizado ya un intenso trabajo para fomentar el buen uso de los antibióticos existe todavía mucho margen de mejora en este campo.
Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos
Según los cálculos disponibles, en tres décadas, el número de fallecimientos anuales atribuibles a las infecciones causadas por bacterias multirresistentes en Europa será de 390.000, lo que implicará una cifra cercana a las 40.000 muertes al año en España, donde el tratamiento de estas infecciones supone un coste añadido de unos 150 millones de euros cada año.
Con el fin de dar una respuesta a este problema, en España se adoptó en el año 2014 el primer Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), con una duración de cinco años (2014-2018).
En 2019 se publicó el segundo Plan, que tiene una vigencia de tres años (2019-2021) e introdujo el enfoque One Health, que integra salud humana, sanidad animal y medio ambiente. El documento se ha estructurado en torno a seis áreas de trabajo: vigilancia, control, prevención, investigación, educación y comunicación.
Importancia de la Prevención
Hoy por hoy, los antibióticos son necesarios para el bienestar animal y, por tanto, deben usarse siempre que sea necesario. Pero no hay que dudar de que el futuro pasa por la prevención de la enfermedad, más que por el tratamiento.
Así, la mejor manera de disminuir el uso de antibióticos es evitar la necesidad de utilizarlos mediante la prevención de infecciones bacterianas. Desde un punto de vista sanitario, las medidas higiénicas y la formación del personal que trabaja en entornos donde pueden producirse infecciones resultan imprescindibles, destacando los programas de lavado de manos, cambios de ropa, separación de zonas sucias/zonas limpias, control de acceso, etc., medidas descritas e implantadas tanto para las personas como para los animales.
Sin embargo, y aunque se ha avanzado mucho, el abordaje que se está haciendo de esta cuestión en la actualidad tiene aún mucho margen de mejora. La prevención se debe entender como un conjunto de medidas que deben ser implementadas de forma complementaria, y no puede ser que, como se hace en numerosas ocasiones, se apliquen de forma aislada algunas de las herramientas que están disponibles, esperando solucionar así el problema.
Principales Retos
Para poder tratar de manera global el problema de la resistencia a los antibióticos, uno de los mayores desafíos que se plantean es mejorar la comunicación y promover la educación y sensibilización, herramientas poderosas para poder cambiar comportamientos y conseguir que se haga un uso racional de los antimicrobianos. Para ello, la comunicación debe ser dirigida y resultar eficaz para cada público diana.
Un uso adecuado de los antibióticos es lo único que permitirá que estos medicamentos sigan funcionando en un futuro próximo; de lo contrario, se alcanzará la llamada era postantibiótica. Esto solo se puede lograr desde el espíritu de colaboración y el compromiso de todos, por lo que es preciso preguntarse qué puede y debe aportar cada uno desde su profesión e implicación.
En este sentido, los veterinarios son un ejemplo para otras profesiones en cuanto a desarrollo de la medicina preventiva, incluyendo bioseguridad, programas de vacunación, planes sanitarios, medidas de manejo de los animales, bienestar, etc.