Principales desafíos que se plantean en el ámbito de las vacunas

Antecedentes históricos

Repasando la historia de las vacunas, se observa cómo su producción se llevó a cabo antes de que llegara a entenderse el complejo universo que conforman los mecanismos específicos de protección de la respuesta inmune.

La primera en el mundo fue la de la viruela Edward Jenner, en el año 1796, primera vacuna heteróloga frente a una gravísima enfermedad que estaba haciendo estragos en la población de la época. Posteriormente, serían bastantes las vacunas –tanto atenuadas como inactivadas– de Louis Pasteur (1822-1895), el auténtico padre de las vacunas.

Todas ellas se consiguieron sin que se conocieran bien las bases y el funcionamiento de la inmunidad. En concreto, el 87% de las vacunas existentes hoy en día se lograron sin un entendimiento completo de la inmunología.

Esto demuestra que es posible avanzar en un campo sin necesidad de entender lo básico, hasta que se alcanza un punto a partir del cual estos conocimientos elementales son imprescindibles para progresar.

Principales retos y desafíos

Todavía existen grandes dificultades para desarrollar determinadas vacunas, tanto en medicina humana como en sanidad animal, como ocurre, respectivamente, en el caso del VIH/sida y de la peste porcina africana.

Por tanto, se necesitan nuevas vacunas para hacer frente a muchos procesos para los que hoy en día no existe protección, un reto que exige más inversión en investigación.

Además de las vacunas convencionales (muertas o inactivas y vivas atenuadas), cada vez existen más vacunas de nueva generación (con fragmentos víricos unidos a vectores, recombinantes, de ácidos nucleicos, etc.) que permiten crear este tipo de medicamentos en tiempo récord en casos de emergencia, como está ocurriendo con la COVID-19. Son más rápidas de desarrollar, pero plantean procesos más complejos, resultan más caras y con ellas todavía se dispone de una menor experiencia en ensayos clínicos, aunque se prevé que cada vez serán más utilizadas.

Uno de los desafíos que se plantean en este ámbito es la puesta en marcha de procedimientos de registro más ágiles, ya que actualmente el proceso suele ser muy lento y costoso, aunque también garantista para la población.

El Papel de la educación y la tecnología

Aunque es cierto que la mayoría de la población mundial todavía piensa que las vacunas son importantes y necesarias, esta idea está siendo fuertemente atacada por los llamados movimientos antivacunas. Es una corriente creciente, especialmente en salud pública, aunque también en sanidad animal, por lo que es preciso recuperar la confianza de la población en este importante tema.

Para ello, resulta fundamental educar y transmitir de forma adecuada qué son las vacunas y el relevante papel que han tenido y siguen teniendo en el control de muchas patologías.

Además, debe recalcarse que la tecnología ha mejorado significativamente la seguridad y eficacia de las vacunas, que son la gran herramienta de la que se dispone, tanto en salud pública como en sanidad animal, para la protección frente a enfermedades infecciosas.

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