Enfermedad Renal Crónica (ERC): Razones que afectan el diagnóstico precoz
La enfermedad renal crónica (ERC) representa un desafío creciente para la salud pública mundial, posicionándose como la tercera causa de muerte por enfermedades no transmisibles (ENT) y con un aumento sostenido en su tasa de mortalidad.
A pesar de su impacto significativo, el diagnóstico temprano de la ERC continúa siendo subóptimo, lo que limita las oportunidades para prevenir su progresión y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Existen al menos tres razones que afectan el diagnóstico temprano de la ERC:
- Enfermedad silenciosa: La ERC progresa de forma asintomática en sus etapas iniciales, dificultando su detección oportuna. Hasta el 90% de las personas con ERC desconocen su condición, especialmente en poblaciones de bajos recursos con acceso limitado a servicios de salud. Esta falta de conocimiento conduce a un retraso en la búsqueda de atención médica y, en consecuencia, a un diagnóstico tardío.
- Impacto poco conocido: A pesar de su gravedad, la ERC no recibe la atención que merece. Se estima que, en 2040, será la quinta causa de años de vida perdidos a nivel mundial. Además, la ERC está estrechamente relacionada con otras ENT, como las enfermedades cardiovasculares, aumentando su morbilidad y mortalidad. La ERC también genera un impacto directo (económico) e indirecto (productividad, impacto emocional, capacidad de cuidado propio y de la familia) significativo, tanto para los pacientes como para la sociedad y los sistemas de salud.
- Tamizaje insuficiente: La prevalencia global de la ERC supera el 10%, pero esta cifra probablemente esté subestimada debido a la falta de programas estructurados de detección temprana. Si bien en 2021 se recomendaron estrategias de tamizaje para grupos de alto riesgo, como pacientes con diabetes, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares, otras poblaciones con factores de riesgo para Injuria Renal Aguda (IRA) no deben ser excluidas, especialmente en países de bajos y medianos ingresos.
Priorizar la detección temprana: Un imperativo de salud pública
El reconocimiento de la importancia de la detección temprana de la ERC por parte de los organismos internacionales contribuye a establecer estrategias para aumentar la conciencia sobre la enfermedad, desarrollar e implementar directrices y estándares, mejorar la vigilancia y el seguimiento, coordinar esfuerzos internacionales y asignar recursos de manera eficiente.
El conocimiento y la implementación de medidas sostenibles para la detección temprana de la ERC son prioridades urgentes de salud pública. Al abordar las barreras existentes y fortalecer las estrategias de tamizaje, podemos reducir significativamente la morbilidad y mortalidad asociadas con esta enfermedad silenciosa y mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.
Las sociedades científicas internacionales involucradas en el cuidado de la salud renal instan a los profesionales de la salud a:
- Aumentar su conocimiento sobre la ERC: Familiarizarse con los factores de riesgo, las pruebas diagnósticas y las opciones de tratamiento disponibles.
- Promover la detección temprana: Implementar estrategias de tamizaje en grupos de alto riesgo, incluyendo pacientes con diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y aquellos con antecedentes de IRA.
- Educar a los pacientes: Brindar información clara y comprensible sobre la ERC, enfatizando la importancia de la detección temprana y el tratamiento oportuno.
- Referir a especialistas: Derivar a los pacientes con sospecha de ERC a nefrólogos para una evaluación y manejo adecuados.
Este artículo ha sido elaborado a partir del consenso de la Sociedad Internacional de Nefrología, Sociedad Renal Europea y Sociedad Americana de Nefrología, con el apoyo de otras sociedades internacionales.
Referencia: Francis A e al. Chronic kidney disease and the global public health agenda: an international consensus. Nature reviews nephrology. 2024. Disponible online: https://doi.org/10.1038/s41581-024-00820-6.