En Boehringer Ingelheim sabemos lo importante que es sentar unos buenos cimientos y construir sobre ellos con cuidado y solidez.
También somos conscientes de que, en una industria en la que la innovación y la visión de futuro son cruciales, tenemos que pensar ahora en las personas que nos harán avanzar, no hoy, ni mañana, sino dentro de décadas. Por eso, cuando hablamos de invertir en nuestro futuro, no nos referimos solo a los productos y las instalaciones, sino al talento, un talento que no ha hecho más que empezar a florecer.
Por ejemplo, nuestro programa de prácticas se ha diseñado para que los participantes aprendan, observen, se involucren en proyectos prácticos adaptados a sus capacidades, y disfruten. Además, ofrece todo el apoyo que necesitan los jóvenes al adaptarse al mundo laboral: gastos de alojamiento y desplazamiento, horarios de formación flexibles y reuniones periódicas para la gestión del talento. Algunos de nuestros centros ofrecen también asesoramiento confidencial en esta desafiante etapa de la vida.
A los recién graduados les ofrecemos puestos de trabajo en multitud de campos: finanzas y economía, derecho, informática... En el caso de los científicos natos, nuestros equipos de I+D y de Asuntos Médicos son un lugar excepcional para que desarrollen y perfeccionen sus habilidades, para luego ponerlas al servicio de una causa realmente valiosa: mejorar vidas gracias a la mejora de los resultados sanitarios.
Pero también sabemos que existen grandes talentos fuera del sistema universitario. Encontramos a algunos de nuestros más valiosos colaboradores a través del aprendizaje profesional, en todos los campos, desde la ingeniería hasta la administración. Si quieres formarte por la vía de la práctica, nos encargamos de que aprendas de los mejores y hagas algo que aporte a la sociedad. Como ya hemos dicho, invertimos mucho en nuevos talentos, y eso da sus frutos.
Nuestra gente se queda con nosotros y construye no solo su carrera profesional, sino su futuro, y el nuestro.