Es probable descubrir la Enfermedad Renal Crónica (ERC) detrás de la hipertensión y la diabetes
La Enfermedad Renal Crónica (ERC) afecta a más de 850 millones de personas en el mundo y se asocia con altas tasas de morbi-mortalidad y costos desproporcionados para el sistema de salud. Lo preocupante es que nueve de cada diez pacientes con ERC no están conscientes de su condición.1
De acuerdo con los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la ERC cumple con los criterios que justifican un programa para su detección temprana:1
- Debuta con una etapa asintomática latente.
- Existen pruebas ubicuas y económicas para su identificación.
- Cuenta con numerosas opciones para su abordaje y control.
En este contexto, la detección de la Enfermedad Renal Crónica resulta costo-efectiva en personas con diabetes e hipertensión arterial, las dos causas más comunes de ERC a nivel global. Es por eso que las personas con alguna de estas dos condiciones conforman el grupo objetivo para cualquier estrategia de detección precoz de esta patología.2
La diabetes mellitus (Tipo 1 y 2) es la causa más común de ERC, la prevalencia de diabetes mellitus tipo 2 en adultos sigue aumentando, impulsada por el envejecimiento de la población y la epidemia de obesidad. Hasta 40% de los pacientes con diabetes tienen ERC detectable a través de la Tasa de Filtración Glomerular estimada (TFGe) y/o Razón Albúmina Creatinina (RAC).1
La Asociación Americana de Diabetes (ADA) y KDIGO (Kidney Disease: Improving Global Outcomes) recomiendan pruebas de tamizaje anuales en personas con diabetes para la detección de ERC, comenzando de inmediato al momento del diagnóstico de diabetes tipo 2 y cinco años después del diagnóstico de diabetes tipo 1.1,2
Sin embargo, a pesar de la solidez de estas recomendaciones, menos del 40% de los pacientes con diabetes se someten a una evaluación anual para ERC.1
Por otro lado, la hipertensión (HTA) es una de las causas o complicaciones más comunes de la ERC, incluyendo Enfermedad Renal en Etapa Terminal (ERET)]. Más de 20% de los pacientes con HTA tiene evidencia de ERC. 1
La aplicación de pruebas de detección de ERC en la población con diagnóstico de hipertensión arterial es una estrategia costo-efectiva que sustenta la recomendación de una evaluación anual en este grupo de pacientes.1
El riesgo de desarrollar ERC es significativamente más alto en pacientes que cursan simultáneamente con hipertensión arterial y diabetes mellitus, lo que demuestra el efecto sinérgico de ambas patologías.3
Considerando que la mayoría de la población es atendida en el nivel primario del sistema de salud, podemos concluir entonces que la detección de ERC es una prioridad para los profesionales de la salud a cargo de este sector, quienes tienen un rol protagónico en la lucha para frenar el deterioro de la función renal y evitar la progresión hacia la enfermedad renal en etapa terminal (ERET).4 Principalmente en los países en desarrollo, los programas de detección temprana son extremadamente necesarios para identificar las primeras etapas de la ERC entre los pacientes hipertensos, diabéticos y no diabéticos que asisten a centros de atención primaria de salud.4
Referencias
- Farrell and Vassalotti BMC Nephrology (2024) 25:34
- KDIGO. Kidney International.2024; 4S: S117–S314.
- Kohagura K. Hypertension Research. 2023; 46:339–340.
- Nader S et al. Am J Biomed Sci & Res. 2021; 11 (4)