Agustina y Lady, una pareja única

 

En Argentina, nuestra colega Agustina Di Masi y su perra guía han estado trayendo alegría al equipo y enseñándoles una nueva forma de trabajar. Agustina nos cuenta su historia de cómo Lady, su fiel compañera, la ayuda todos los días a realizar sus labores y le agrega diversión a todo lo que hace.

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A veces, nuestras rutinas hacen que todos los días parezcan iguales, aunque no lo son. Nos despertamos, nos arreglamos para ir a trabajar, algunas personas toman el transporte público, otras viajan en automóvil, y otras, caminan. Habrá quién diga que lo hacemos todo en modo automático sin pensar en la importancia que tienen estas acciones en nuestra vida diaria. Para Agustina, estos trayectos no son tan simples, ya que, como ha perdido la vista, necesita de la ayuda de Lady, su perra guía, para hacerlo.

Un dúo encantador

Cuando Agustina y Lady llegaron a Boehringer Ingelheim Argentina, en junio del 2022, fueron recibidas con mucha alegría. La llegada de Lady influyó positivamente en el ambiente de trabajo, las personas sonríen en cuanto la ven. Agustina es parte del equipo de reclutamiento de Recursos Humanos para el departamento de IT desde entonces.

Un giro a la vida

Trabajar en Boehringer Ingelheim es una gran oportunidad para mí. Confío plenamente en mi equipo. Sé que están ahí para apoyarme cuando lo necesito. Me motiva trabajar con gente que comparte mis valores, que crean un ambiente laboral en el cual puedo ser yo misma y sentirme tranquila. Me encanta mi trabajo, ya que el poder ayudar a quienes aplican a encontrar su camino en nuestra compañía me hace muy feliz. Así como Lady me guía, yo puedo guiar a otras personas a encontrar su camino profesional.”

Para Agustina, el tener la oportunidad de conectar con una diversidad tan grande de personas es increíble. Cada una tiene sueños, expectativas y motivaciones diferentes. Le encanta poder conocerlas a todas. Lo que más le gusta es que nunca sabe qué esperar del día, cada uno es distinto y nunca se aburre. 

Lady, su fiel compañera 

Es mi sombra,” comenta Agustina riendo al hablar de su labradora negra de cinco años que no se separa de ella ni por un segundo. “No puedo imaginar estar sin ella.” El camino para adoptar a Lady no fue fácil, ya que se requería de una gran inversión. Fue entonces cuando Agustina tuvo la oportunidad de hacer una nota en un periódico en donde expresó su deseo de poder tener un perro guía. El alcance fue tan grande, que Agustina recibió ayuda monetaria de muchas personas desconocidas, familiares y amistades directamente, y también por medio de actividades para recaudar fondos. Todo esto ayudó para poder hacer su sueño realidad.

Fue en diciembre del 2019, cuando Agustina acudió a la Escuela de Perros Guía Argentinos (EPGA) en donde conoció a Lady y desde entonces han estado juntas. Lady fue entrenada desde sus 45 días de nacida, hasta los dos años para obtener el título de perra guía. Juntas entrenaron los comandos - por ejemplo, cómo bajar y subir las escaleras y cómo cruzar la calle por mencionar algunos. Durante la pandemia, aprovecharon para entrenar más y acostumbrase la una a la otra, formando una pareja excepcional que va más allá de ser solamente un vínculo de perro-entrenador.  

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Lady, la mascota del equipo

Dentro del equipo en Boehringer Ingelheim de Agustina, Lady es la mascota del equipo. Celebran su cumpleaños y están al pendiente de ella cuando se enferma. Cada vez que llega a la oficina, es bienvenida con caricias y abrazos.

Es genial como el equipo la ha acogido. Lady es muy graciosa, anima a todos con su presencia. Le fascina ser el centro de atención. ¡También es deportista – le gusta nadar! Es muy curiosa y sabe disfrutar de la vida. Cuando llega el momento de descansar y relajarse, nadie lo hace mejor que ella” ríe Agustina.

Agustina agradece todos los días el tener a Lady a su lado. No deja de sorprenderse de la manera en que Lady la guía, de sus reacciones en cada situación y de cómo siempre la protege. En la oficina, Lady sabe que sólo puede utilizar uno de los elevadores para llegar al piso en el que trabaja Agustina. Después de una reunión o de un descanso, Lady se asegura de guiar a Agustina de regreso a su escritorio. Siempre está pendiente de sus necesidades. Lo que más aprecia es la manera en la que Lady le anima el día pidiendo caricias, demostrando cariño o jugando. “Una vez que llegamos a casa, es momento de caricias y juegos,” sonríe Agustina, “se lo merece.”