Parásitos de los gatos: huéspedes que no son bienvenidos
¿Sabías que las pulgas, las garrapatas y los gusanos intestinales son solamente algunos de los parásitos que pueden afectar a nuestros amigos felinos? Conoce más sobre estos huéspedes que no son bienvenidos porque pueden afectar la salud del gato y también la del resto de la familia.
Sería mucho más sencillo si los gatos pudieran contarnos las molestias que les causan las pulgas o los gusanos intestinales que a veces se instalan en su cuerpo, pero no es así. Los parásitos están siempre a la búsqueda de un huésped para vivir; y, de hecho, les resulta bastante fácil encontrarlo. La clave es proteger a los gatos de los parásitos e informarse sobre las diferentes infestaciones parasitarias y algunas buenas prácticas para controlarlas.
¿Qué debemos saber sobre las infestaciones parasitarias en los gatos?
1. Los gatos no suelen mostrar signos de enfermedad hasta que la infestación alcanza un pico
Los parásitos son como agentes encubiertos; si bien causan molestias, tanto las pulgas y las garrapatas como los gusanos intestinales, no se ven a simple vista.
2. La coinfestación es común en los gatos
Debido a sus comportamientos característicos, como cazar o deambular, los gatos pueden infestarse de varios tipos de parásitos simultáneamente. Como consecuencia de ello, el sistema inmune del felino se debilita y las enfermedades pueden comenzar a afectar su salud general.
3. Los gatos que tienen parásitos pueden contagiárselos a las personas
Las pulgas, las garrapatas y algunos gusanos intestinales que suelen infestar a los gatos también pueden contagiarse a los humanos, particularmente a personas en la primera infancia o inmunodeprimidas.
La solución
Independientemente de su edad, los gatos no suelen desarrollar inmunidad suficiente para protegerse de los parásitos por sí mismos. Sin dudas, es necesario un plan sanitario para protegerlos. Comencemos por informarnos sobre los parásitos externos e internos que habitualmente afectan a los gatos.
Gusanos chatos intestinales
Los gusanos intestinales adultos que suelen infestar a los gatos rara vez causan signos clínicos serios, salvo que existan en grandes cantidades. En ocasiones, los gusanos intestinales liberan segmentos en el intestino y migran al estómago. Cuando esto sucede, el gato puede vomitar un gusano adulto de varios centímetros de largo. Generalmente, la infestación permanece en el intestino.
Pulgas
Las pulgas son parásitos que se alimentan de sangre, son muy comunes en los mamíferos y las aves y habitualmente infestan a gatos, perros y otros animales de compañía. En el caso de los gatos, puede observarse alergia, dermatitis y alopecia a causa de las pulgas.
Garrapatas
La infestación de garrapatas es estacional, con temporada pico en primavera-verano. Sin embargo, la garrapata se puede alimentar durante todo el año. El efecto patogénico directo de la garrapata se vincula al consumo de sangre, que puede derivar en anemia en caso de infestaciones severas. La picadura de la garrapata también puede causar lesiones en la piel y reacciones inflamatorias.
Ácaros
Los ácaros del oído pueden aparecer a cualquier edad del gato, sin embargo, son más comunes en los cachorros. Pueden ser bien tolerados, sin signos clínicos en algunos animales, pero a veces causan irritación y comezón, lo que hace que el gato se rasque y se lastime.
Gusanos redondos
Los gusanos redondos son parásitos comunes en los gatos y pueden afectarlos a cualquier edad. Los signos clínicos más comunes son la distensión abdominal, diarrea, pérdida de pelo y retraso en el crecimiento.
Gusanos gancho
Los gatos pueden infestarse con varias especies de gusano gancho. Todas estas especies se alimentan de sangre, pero en general causan leves molestias digestivas y diarrea ocasional. También pueden inducir a la anemia.
¡Tú puedes hacer más! Hay muchas formas en las que puedes contribuir a prevenir las infestaciones parasitarias en los gatos, aquí te dejamos algunos consejos más:
1. Mantener los lugares donde habita el gato lo más limpios posible.
2. Prevenir que el gato cace o deambule.
3. Administrar los productos parasiticidas indicados en tiempo y forma.
4. Consultar siempre a tu veterinario/a de confianza.
¡Protégelo de los parásitos y asegura una vida llena de sanos abrazos para toda la familia!
Fuente:
Say no to the uninvited guests | Boehringer Ingelheim (boehringer-ingelheim.com)