Optimización del Triaje en Enfermedad Renal Crónica (ERC) según Riesgo de Falla Renal

La Enfermedad Renal Crónica (ERC) representa un desafío significativo para los médicos de atención primaria debido a su naturaleza asintomática en etapas tempranas. Detectar precozmente la ERC es crucial para prevenir complicaciones graves como enfermedades cardiovasculares y la progresión a falla renal.1 

La estrategia recomendada por Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO) en su guía 2024 para la detección temprana de ERC se centra en la medición de la Tasa de Filtración Glomerular estimada (TFGe) y la Razón Albúmina Creatinina (RAC)2. Sin embargo, a partir del estadio 3 estos dos parámetros aislados pueden no ser suficientes para una evaluación precisa del riesgo de falla renal, resultando en una alta tasa de derivación al especialista y aumento del tiempo de espera para la atención.1

La ecuación KFRE (Kidney Failure Risk Equation), que incorpora edad y sexo del paciente además de TFGe y RAC, ha demostrado ser una herramienta efectiva y práctica para calcular el riesgo de falla renal en pacientes en estadio 3 en adelante.1 

 

Ventajas del triaje de ERC basado en KFRE

Según la evidencia, un riesgo definido por KFRE superior al 3% a 5 años identifica adecuadamente a los pacientes que se beneficiarían de la evaluación y manejo por parte de un nefrólogo. Aquellos con un riesgo inferior al 3% pueden ser manejados de manera efectiva en atención primaria y no deberían ser referidos al especialista.1 

La implementación de un sistema de triaje basado en KFRE ha mostrado resultados prometedores en otros países como en Canadá, donde se logró reducir hasta un 75% el tiempo de espera para la atención nefrológica.1 

Este enfoque permite dirigir de manera eficiente los recursos especializados hacia los pacientes con riesgo alto, optimizando así el uso de los recursos del sistema de salud.1 

 

Integración de KFRE en la Práctica Clínica:

Incorporar la calculadora KFRE (https://kidneyfailurerisk.com/) en el proceso de triaje de ERC en atención primaria, facilita una evaluación más precisa del riesgo de progresión a falla renal.1 

Esto no solo mejora la calidad del cuidado al identificar a los pacientes que más se beneficiarán de la intervención temprana, sino que también reduce la carga sobre los servicios de nefrología, permitiéndoles concentrarse en aquellos casos que requieren atención inmediata y especializada.1

 

En resumen:

La aplicación de la ecuación KFRE en el contexto de la ERC representa un avance significativo en la práctica clínica, al ofrecer una herramienta efectiva para la estratificación del riesgo de falla renal y la optimización del manejo de los pacientes en atención primaria.1 

 

Referencias:

  1. Hingwala J et al. Canadian Journal of Kidney Health and Disease. 2017; 4: 1–9
  2. KDIGO. Kidney International.2024; 4S: S117–S314